Como quema en lo profundo del alma ,
lo que el corazón no aguanta,
levantando un polvo caliente
que llega al cerebro y lo abrasa,
sacando el exceso de agua,
que surca cada poro de tu cuerpo ,
pone brillo a la piel ,
te reseca la boca,
tiemblan las articulaciones
como ramas agitadas,
mecidas por un tornado de esperanza
y la fuerte brisa del mañana.
Surgir de las cenizas ,
generadas por el fuego,
de esa hoguera exagerada,
de orgullo y soberbia alimentada.
Con ellas crear una bandera
que emane de esa nada
ondea limpia ,engalanada,
orgullosamente izada,
indicara que estoy vencido,
pero no derrotado,
enarbolando que siempre queda mañana ,
aunque quizás.... no el que esperaba.
Las tropas que cabalgan en mi sangre
no se rinden,
y el cuartel general de mi corazón
aun sigue firme,
no perdí la guerra ,
ni tan siquiera la batalla,
estoy dolido, herido, mermado,
pero aún no derrotado.
De esos rescoldos del alma quemada
renacerá la nueva tierra
abonada ,
......sin cizañas,
surcada para ser plantada,
brotes de animo
surgirán con fuerza,
engalanando esta prometida tierra,
sin añoranza ni tristeza ,
si con alegría , con firmeza.
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